top of page
Cada caja se llena de material provocador como café, tierra, flores, hojas... Los bailarines, dentro del limite marcado por estos espacios, activan su movimiento específica y exclusivamente desde sus sentidos del tacto y el olfato.
La pieza apunta a una atmósfera íntima entre intérpretes y espectadores.: delante de tres cajas de bambú e coloca papel en blanco donde miembros del público dibujan una palabra que trasmita su sentir de la danza observada.
De lo sensible del afuera al adentro, de lo sensible del adentro al afuera
bottom of page